El otro día me quedé en la historia del 14 de febrero y para
darle emoción a la cosa he tardado una semana en actualizar. En realidad es que
se me pasan los días volando y pospongo el blog casi tanto como el gimnasio
(lugar que todavía no he pisado, pero llevo dos semanas diciendo ‘mañana voy’).
Lo que hizo ese domingo tan especial es que fue el primer
día que pasé en Magic Kingdom desde 2013. Volví a recorrerlo casi enterito – no
tuve valor para entrar en Cosmic’s – con Borja, mi roommie Karem y nuestra vecina
Johana. Estrenamos el parque con el show de Mickey en el castillo, el show de
Mike Wazowski y Philharmagic (una peli 3D) así que mis queridos acompañantes
requirieron algo de emoción después de tanta tranquilidad y decidieron escoger
la atracción con menos tiempo de espera en ese momento que resultó ser… SPLASH
MOUNTAIN. Y os preguntaréis “¿Por qué esa famosa y querida y perfecta atracción
era la que menos tiempo de espera tenía?” Y yo os responderé “No sé… ¿a lo
mejor porque eran las 7 de la tarde de un domingo de febrero en el que yo
llevaba dos sudaderas puestas? ¿a lo mejor porque la gente es demasiado inteligente
como para querer subirse en un tronquito que te lleva por un río hasta que caes
por una cascada y TE EMPAPAS?”
Me tocó en primera fila con Borja y les grité de todo por
haberme hecho presión social para que montase, pero reconozco que me lo pasé taaaaaaaaaaaan bien que compensó el hecho de tener el culo empapado el resto de la noche. Noche que acabó redonda cuando Karem y yo nos quedamos a ver la Electrical Parade, fuimos a visitar a
Mickey y terminamos con Wishes. La primera vez de muchas, estoy segura.
KISSING MICKEY'S NOSE
WISHES
El lunes tuvimos libre y lo dediqué a volver a Walmart, mi
segundo hogar en EEUU, para rellenar la nevera antes de empezar lo duro. El resto de
días consistieron en asistir a clases en Disney University y asustarnos mucho
con los programas de ordenador que vamos a usar en el trabajo. Cuando digo
mucho, es MUCHO. Fueron cuatro días de recibir un exceso de información en
inglés tan grande que mi cerebro trabajaba cuatro veces más lento de lo normal
al final del día, y eso que ya va lento de por sí. El miércoles pudimos desconectar por la tarde porque había fiesta de bienvenida en Chattam, con pizza y bebida gratis, nos lo pasamos genial bailando aunque noté más que nunca la ausencia de mi Terminated People. De todas formas, si había que ponerle
la guinda del pastel a la semana, desde luego fue Borja el que se encargó de
ello cuando el jueves por la noche decidió que era correcto cortarse la mano
cocinando. Así que después de las 8 horas de clase del viernes, mi espíritu
caritativo me llevó a acompañarle al hospital, donde estuvimos 4 maravitupendas horas.
Afortunadamente no era nada grave, le limpiaron la herida y poco más (Sanidad
española, te echo de menos) y yo salí hecha una artista de la sala de espera.
Y estaréis pensando que ya tiene que ser triste mi vida aquí
para que lo más interesante que me pase sea acabar coloreando dibujos de Google
Imágenes con ceras de mala calidad, pero lo cierto es que un señor me dijo “You
can do magic!” cuando vio los dibujos, y eso es lo más Disney Moment que me ha
pasado hasta ahora.
COLORING TIANA
El fin de semana lo compensó todo porque tuvimos tres
días libres y los aprovechamos para ir a Hollywood Studios, ejemWalmartejem, Animal Kingdom y salir de fiesta. Además tuve tiempo para Skypear con muchas personitas a
las que necesitaba ver la cara otra vez. Después de los días off tocó una primera
toma de contacto con el lugar de trabajo, pero como me ha gustado eso de darle
emoción, voy a dejar esa historia para otro día.
Mi cerebro os echa de menos cuatro veces más de lo normal,
Estela.
Estela me matas....me hace muy feliz que estes pasandolo en grande guapiii
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